20/06
Mi amor por la soledad es una de mis virtudes favoritas.
Si fuera por mi, pasaría la eternidad sin compañía, va, conmigo misma.
Y como toda virtud, florece un miedo.
Este temor es tan profundo que no tengo palabras para explicarlo.
Tengo miedo de encontrar a esa persona que me haga odiar la soledad.
Que venga ese ser humano tan único que me haga olvidar lo que era desear pasar tiempo sola.
Pero no le pienso regalar mi miedo a cualquiera.
Casi te lo regalo a vos y no te lo merecías.
Aspiro a una soledad acompañada,
un miedo curado.
Y la virtud más peligrosa del mundo, deformada.
Comentarios
Publicar un comentario